


Tus aullidos de loba
quedaron en silencio
orquestando en los oídos
de aquel amor viejo.
Hoy, cual mansa oveja
rondas envuelta entre sedas,
recordando las noches
que al pensarlas, tiemblas.

Tu noble corazón,
que hoy reprime pulsaciones,
por no morir al traer su
nombre.
Tu piel inquieta por amor,
se suaviza y su dulzor
no es de savia relamida por el
hombre.

Loba fuiste entre cadenas,
brazos rígidos te ahogaban,
desmayaste con la fuerza del
amor,
que te hizo reina a otros amores
hoy con tu tibia lana.
Arropas con ternura en la
mañana
y ellos te devuelven la misma
belleza,
que tuviste de loba
enamorada...

Con mucho cariño
Agosto 2008
Carmen Flores



©
MaPay ® . Todos los
derechos reservados. Se
prohíbe el uso y la
reproducción total o
parcial de estos
gráficos sin el
consentimiento por
escrito del autor. Esta
página está optimizada
para una resolución de
800x600 y superior. |
|